SANA TU TRAUMA














Sana tus heridas emocionales

Reconstrucción

En el día de hoy hablaremos sobre que es el trauma, sus causas, que efectos tiene sobre nosotros, los tipos de trauma infantil para finalmente dar una serie de estrategias sencillas y prácticas con las que comenzar a sanar.

El trauma se percibe como una herida psicológica que nos deja una huella a lo largo de nuestra vida

y, aunque antes se creía que el trauma era una cuestión de por vida, hoy sabemos que esto no tiene por qué ser así y que se puede llegar a sanar.



Sana tus heridas emocionales



Reconstrucción


Imagen de rawpixel.com

En el día de hoy hablaremos sobre que es el trauma, sus causas, que efectos tiene sobre nosotros, los tipos de trauma infantil para finalmente dar una serie de estrategias sencillas y prácticas con las que comenzar a sanar.

El trauma se percibe como una herida psicológica que nos deja una huella a lo largo de nuestra vida

y, aunque antes se creía que el trauma era una cuestión de por vida, hoy sabemos que esto no tiene por qué ser así y que se puede llegar a sanar.

¿Causas del trauma?

Las posibles causas del trauma son muy variadas. Suele darse en situaciones altamente estresantes como, por ejemplo:

Abusos sexuales


Guerras


Accidentes


Amenazas intensas sobre la supervivencia de uno mismo o de alguien cercano…

Aunque estas causas no son las únicas que pueden dejarnos un trauma en nuestras vidas. También se pueden dar en situaciones que objetivamente no se valoran como extremas, pero que nosotros las percibimos como tal. Y en esta última frase está la verdadera clave del porqué del trauma. No cuenta tanto el hecho en sí mismo, sino la percepción que nuestra mente haga del este.

¿Causas del trauma?




Las posibles causas del trauma son muy variadas. Suele darse en situaciones altamente estresantes como, por ejemplo:

Abusos sexuales

Guerras

Accidentes

Amenazas intensas sobre la supervivencia de uno mismo o de alguien cercano…

Aunque estas causas no son las únicas que pueden dejarnos un trauma en nuestras vidas. También se pueden dar en situaciones que objetivamente no se valoran como extremas, pero que nosotros las percibimos como tal. Y en esta última frase está la verdadera clave del porqué del trauma. No cuenta tanto el hecho en sí mismo, sino la percepción que nuestra mente haga del este.

Cómo te afecta el trauma emocional

El trauma puede afectarnos en muchas áreas de nuestra vida. De nuevo, dependiendo de cómo nuestra mente y nuestro cuerpo lo haya registrado, se darán unos efectos u otros.


Lo que está claro es que el trauma deja una huella clara en la persona que lo ha sufrido pudiendo generar así creencias falsas y destructivas sobre la vida y sobre sí mismo con la implicación que todo ello tiene a nivel funcional y de adaptación psicosocial.

Uno de los mecanismos de defensa que tiene la mente, según el psicoanálisis y otras ramas de la psicología para protegerse del trauma, es el “olvidar”, entre comillas, la situación que lo provocó. Y digo entre comillas porque, esa memoria no ha desaparecido, sino que se encuentra oculta y bloqueada en algún punto de nuestra memoria. Y aunque de primeras pueda parecer una solución eficiente ante el sufrimiento que el trauma nos genera, la realidad es que, aunque nuestro cerebro haya decidido disociar lo que sucedió, nuestra emoción nos recuerda una y otra vez que seguimos heridos profundamente y que necesitamos sanar para proseguir el camino.

Cómo te afecta el trauma emocional

El trauma puede afectarnos en muchas áreas de nuestra vida. De nuevo, dependiendo de cómo nuestra mente y nuestro cuerpo lo haya registrado, se darán unos efectos u otros.


Lo que está claro es que el trauma deja una huella clara en la persona que lo ha sufrido pudiendo generar así creencias falsas y destructivas sobre la vida y sobre sí mismo con la implicación que todo ello tiene a nivel funcional y de adaptación psicosocial.

Uno de los mecanismos de defensa que tiene la mente, según el psicoanálisis y otras ramas de la psicología para protegerse del trauma, es el “olvidar”, entre comillas, la situación que lo provocó. Y digo entre comillas porque, esa memoria no ha desaparecido, sino que se encuentra oculta y bloqueada en algún punto de nuestra memoria. Y aunque de primeras pueda parecer una solución eficiente ante el sufrimiento que el trauma nos genera, la realidad es que, aunque nuestro cerebro haya decidido disociar lo que sucedió, nuestra emoción nos recuerda una y otra vez que seguimos heridos profundamente y que necesitamos sanar para proseguir el camino.



Tipos de trauma infantil

A partir de aquí me baso en conceptos e ideas del libro “SÁNATE” de la psicóloga holística Nicole LePera. Si no os habéis leído este libro os lo recomiendo encarecidamente.

1. NIEGAN TU REALIDAD

Un ejemplo muy claro es donde alguna de tus figuras parentales cuando acudiste con una situación de tu vida en la que te habías sentido dañada, actuó ignorando tus sentimientos con frases del tipo “Intenta ser amable” “No es para tanto” “Eres demasiado sensible” … El problema aquí reside a que aprendes a “no molestar” con tus problemas a nadie de tu entorno ya que “No es para tanto” “Soy demasiado sensible” “Simplemente pondré mi mejor sonrisa”.

2. NO TE VEN NI TE ESCUCHAN

“Tu oír, ver y callar”. Con esta frase podemos entender que muchas figuras parentales decidieron, de manera inconsciente, que su responsabilidad terminaba con el simple hecho de alimentarte, pagar las facturas y poner un techo encima de tu cabeza. Cuando la realidad es que el niño necesita ser visto, escuchado y entendido. Esto suele desencadenar en personas que no tienen claro que camino escoger, no saben escucharse a sí mismas porque nunca fueron escuchadas y eso les genera una tremenda inseguridad a lo largo de su vida.

Ni visto ni escuchado


3. VIVEN A TRAVÉS DE TI

Este tipo de traumas los conocemos de sobra gracias al mundo del cine. Son aquellos padres y madres que reviven lo que ellos no pudieron experimentar a través de sus hijos. El ejemplo más claro suele darse en deportes de competición y en artistas. Esto provoca en el niño que crezca viviendo por y para su figura parental, en vez de poder vivir la vida que realmente desea. Al llegar a la etapa adulta suelen ser personas resentidas, indecisas y/o con una necesidad imperiosa de triunfar a toda costa.

4. SIN LÍMITES

Cuando tu figura parental no respeta tus límites como tu privacidad o incluso no es capaz de marcar unos límites claros en tu vida, lo que suele ocurrir es que el niño aprende que, o bien los límites son laxos y se relaciona con el mundo sin respetar los de los demás o bien se va al lado contrario y decide convertirse en una persona reservada y con sentido de la privacidad muy estricto.

5. FIGURA PARENTAL QUE NO REGULA SUS EMOCIONES

Nosotros como niños aprendemos a regular nuestras emociones, así como otros muchos procesos, a través de la imitación de nuestro entorno. Por lo tanto, si nos hemos criado en un entorno que no tiene la capacidad de regular sus emociones de forma equilibrada, es muy probable que nosotros tampoco la tengamos.



Tipos de trauma infantil

A partir de aquí me baso en conceptos e ideas del libro “SÁNATE” de la psicóloga holística Nicole LePera. Si no os habéis leído este libro os lo recomiendo encarecidamente.

1. NIEGAN TU REALIDAD

Un ejemplo muy claro es donde alguna de tus figuras parentales cuando acudiste con una situación de tu vida en la que te habías sentido dañada, actuó ignorando tus sentimientos con frases del tipo “Intenta ser amable” “No es para tanto” “Eres demasiado sensible” … El problema aquí reside a que aprendes a “no molestar” con tus problemas a nadie de tu entorno ya que “No es para tanto” “Soy demasiado sensible” “Simplemente pondré mi mejor sonrisa”.

2. NO TE VEN NI TE ESCUCHAN

“Tu oír, ver y callar”. Con esta frase podemos entender que muchas figuras parentales decidieron, de manera inconsciente, que su responsabilidad terminaba con el simple hecho de alimentarte, pagar las facturas y poner un techo encima de tu cabeza. Cuando la realidad es que el niño necesita ser visto, escuchado y entendido. Esto suele desencadenar en personas que no tienen claro que camino escoger, no saben escucharse a sí mismas porque nunca fueron escuchadas y eso les genera una tremenda inseguridad a lo largo de su vida.

Ni visto ni escuchado Imagen de studio4rt


3. VIVEN A TRAVÉS DE TI

Este tipo de traumas los conocemos de sobra gracias al mundo del cine. Son aquellos padres y madres que reviven lo que ellos no pudieron experimentar a través de sus hijos. El ejemplo más claro suele darse en deportes de competición y en artistas. Esto provoca en el niño que crezca viviendo por y para su figura parental, en vez de poder vivir la vida que realmente desea. Al llegar a la etapa adulta suelen ser personas resentidas, indecisas y/o con una necesidad imperiosa de triunfar a toda costa.

4. SIN LÍMITES

Cuando tu figura parental no respeta tus límites como tu privacidad o incluso no es capaz de marcar unos límites claros en tu vida, lo que suele ocurrir es que el niño aprende que, o bien los límites son laxos y se relaciona con el mundo sin respetar los de los demás o bien se va al lado contrario y decide convertirse en una persona reservada y con sentido de la privacidad muy estricto.

5. FIGURA PARENTAL QUE NO REGULA SUS EMOCIONES

Nosotros como niños aprendemos a regular nuestras emociones, así como otros muchos procesos, a través de la imitación de nuestro entorno. Por lo tanto, si nos hemos criado en un entorno que no tiene la capacidad de regular sus emociones de forma equilibrada, es muy probable que nosotros tampoco la tengamos.



Vías y estrategias de sanación

Existen varios tratamientos para las heridas y traumas emocionales. En este capítulo me voy a centrar en pequeños cambios y reflexiones que puedes empezar a integrar desde este momento para comenzar a sanar. Aunque como nota aclarativa, si has sufrido un trauma grave, te recomiendo que busques atención personalizada.



• Observa si estás atascad@

Dedica un tiempo a reflexionar sobre las siguientes preguntas respecto a si estás estancado, y analiza la razón o razones por las que te sientes atascado en estas áreas. Por ejemplo, puedes identificar patrones en tus pensamientos, emociones y comportamientos que te llevan a repetir esos patrones inútiles. Puede servirte analizarlos escribiendo un diario



Atascado

¿Sueles sentirte incapaz de cumplir las promesas que te haces a ti mismo, intentas tomar nuevas decisiones o crear nuevos hábitos, pero siempre vuelves a los antiguos?



¿Sueles reaccionar emocionalmente a los acontecimientos sintiéndote fuera de control e incluso avergonzándote después de tu comportamiento?



¿Te sientes distraído o desconectado de ti mismo y de los demás o del momento presente, quizá pensando en el pasado, o en el futuro, o sintiéndote en otro sitio?/p>



¿Sueles sentirte abrumado y destrozado por pensamientos críticos que no te dejan sintonizar con tus necesidades físicas, emocionales y espirituales?



¿Te cuesta expresar tus deseos, necesidades, creencias o sentimientos en las relaciones?



¿Sueles sentirte agobiado o incapaz de manejar el estrés o alguno de tus sentimientos (o todos ellos)?



¿Te descubres a menudo repitiendo experiencias y patrones del pasado en tu vida diaria?





Vías y estrategias de sanación

Existen varios tratamientos para las heridas y traumas emocionales. En este capítulo me voy a centrar en pequeños cambios y reflexiones que puedes empezar a integrar desde este momento para comenzar a sanar. Aunque como nota aclarativa, si has sufrido un trauma grave, te recomiendo que busques atención personalizada.



• Observa si estás atascad@

Dedica un tiempo a reflexionar sobre las siguientes preguntas respecto a si estás estancado, y analiza la razón o razones por las que te sientes atascado en estas áreas. Por ejemplo, puedes identificar patrones en tus pensamientos, emociones y comportamientos que te llevan a repetir esos patrones inútiles. Puede servirte analizarlos escribiendo un diario



Atascado Imagen de rawpixel.com



¿Sueles sentirte incapaz de cumplir las promesas que te haces a ti mismo, intentas tomar nuevas decisiones o crear nuevos hábitos, pero siempre vuelves a los antiguos?



¿Sueles reaccionar emocionalmente a los acontecimientos sintiéndote fuera de control e incluso avergonzándote después de tu comportamiento?



¿Te sientes distraído o desconectado de ti mismo y de los demás o del momento presente, quizá pensando en el pasado, o en el futuro, o sintiéndote en otro sitio?



¿Sueles sentirte abrumado y destrozado por pensamientos críticos que no te dejan sintonizar con tus necesidades físicas, emocionales y espirituales?



¿Te cuesta expresar tus deseos, necesidades, creencias o sentimientos en las relaciones?



¿Sueles sentirte agobiado o incapaz de manejar el estrés o alguno de tus sentimientos (o todos ellos)?



¿Te descubres a menudo repitiendo experiencias y patrones del pasado en tu vida diaria?

• Diario de sanación

Para iniciar esta nueva práctica diaria utilizarás una libreta. Puedes dedicar un tiempo a personalizar o decorar tu diario o a crear una pequeña ceremonia en la que te felicites por haber tomado esta decisión.


Diario Sanación

Dedica un momento a decidir cómo vas a utilizar esta nueva actividad y céntrate en lo que conseguirás si mantienes estas promesas día tras día. Ahora estás listo para empezar: hazte una pequeña promesa para conseguir cambios en estas áreas y mantenla cada día.

• Establecer una intención consciente y diaria de cambio



• Fijar pequeños pasos realizables que apoyen decisiones diarias con miras a un resultado futuro diferente



• Potenciar estas decisiones diarias a pesar de la experiencia universal y de la presencia de resistencia mental



• Pregúntate sobre tu herida principal y trata de expresarlo con todo lujo de detalle en tu diario



• Perdona a tus padres y todas aquellas personas y circunstanciás que contribuyeron a que te sintieses herid@



• Comienza una conversación con tu niñ@ interior en la que le expreses que ahora serás tu quien se encargue de cuidarle y protegerle

• Diario de sanación




Diario Sanación

Imagen de rawpixel.com

Para iniciar esta nueva práctica diaria utilizarás una libreta. Puedes dedicar un tiempo a personalizar o decorar tu diario o a crear una pequeña ceremonia en la que te felicites por haber tomado esta decisión. Dedica un momento a decidir cómo vas a utilizar esta nueva actividad y céntrate en lo que conseguirás si mantienes estas promesas día tras día. Ahora estás listo para empezar: hazte una pequeña promesa para conseguir cambios en estas áreas y mantenla cada día.

• Establecer una intención consciente y diaria de cambio



• Fijar pequeños pasos realizables que apoyen decisiones diarias con miras a un resultado futuro diferente



• Potenciar estas decisiones diarias a pesar de la experiencia universal y de la presencia de resistencia mental



• Pregúntate sobre tu herida principal y trata de expresarlo con todo lujo de detalle en tu diario



• Perdona a tus padres y todas aquellas personas y circunstanciás que contribuyeron a que te sintieses herid@



• Comienza una conversación con tu niñ@ interior en la que le expreses que ahora serás tu quien se encargue de cuidarle y protegerle



• Integra la Consciencia en tu vida

Pon atención y presencia en todas las actividades diarias de tu día a día. Si estás fregando, lavándote los dientes, conduciendo, jugando con tus hijos…

Simplemente di internamente “Quiero vivir esta experiencia de manera Consciente”.




Puede que tu mente trate de oponer resistencia ya que ella deja de tener peso en el momento en el que vives el momento presente. Simplemente permanece atento y vuelve tu atención a ese momento. ¿Qué sensaciones te devuelve? ¿Cómo te estás sintiendo? Déjate entrar en el “flow”, ese momento en el que el tiempo pasa sin que te des cuenta.

• Integra la Consciencia en tu vida

Pon atención y presencia en todas las actividades diarias de tu día a día. Si estás fregando, lavándote los dientes, conduciendo, jugando con tus hijos…

Simplemente di internamente “Quiero vivir esta experiencia de manera Consciente”.

Puede que tu mente trate de oponer resistencia ya que ella deja de tener peso en el momento en el que vives el momento presente. Simplemente permanece atento y vuelve tu atención a ese momento. ¿Qué sensaciones te devuelve? ¿Cómo te estás sintiendo? Déjate entrar en el “flow”, ese momento en el que el tiempo pasa sin que te des cuenta.

• Libera tu emoción



Libera tu Emoción

Piensa en tu emoción como si fuese un niño o niña que vive en tu interior y que, de forma constante, te está expresando como se siente. Sabiendo que, a la mayoría de nosotros, nos han educado de forma que solo atendemos a nuestra parte mental, imagina como se siente ese niño dentro de ti

Es hora de que comiences a escucharlo y a liberar toda esa emoción enquistada que vive dentro de ti.


Para ello te invito a que 1 vez al día, durante 5 minutos, cierres los ojos y te preguntes ¿Qué emoción estoy sintiendo? Una vez le coloques un nombre, escanea tu cuerpo para ver donde se encuentra. Cuando la hayas localizado, simplemente acepta que exista, no trates de que se vaya porque te incomoda. Simplemente obsérvala como se va moviendo en tu cuerpo y que tiene que decirte.

• Libera tu emoción

Libera tu Emoción

Imagen de nakaridore

Piensa en tu emoción como si fuese un niño o niña que vive en tu interior y que, de forma constante, te está expresando como se siente. Sabiendo que, a la mayoría de nosotros, nos han educado de forma que solo atendemos a nuestra parte mental, imagina como se siente ese niño dentro de ti

Es hora de que comiences a escucharlo y a liberar toda esa emoción enquistada que vive dentro de ti.

Para ello te invito a que 1 vez al día, durante 5 minutos, cierres los ojos y te preguntes ¿Qué emoción estoy sintiendo? Una vez le coloques un nombre, escanea tu cuerpo para ver donde se encuentra. Cuando la hayas localizado, simplemente acepta que exista, no trates de que se vaya porque te incomoda. Simplemente obsérvala como se va moviendo en tu cuerpo y que tiene que decirte.

• Asume tu responsabilidad

Es sencillo dejarnos guiar por la inconsciencia de ese niñ@ herido que vive dentro de nosotr@s. Buscar responsables de esas heridas a nuestro alrededor. Sentir que la vida nos debe algo por el simple hecho de haber experimentado aquello que experimentamos. O simplemente vivir en un estado de resignación, queja y victimismo que lo único que nos aporta es sufrimiento vacío.

Si este es tu caso, te animo a que comiences a ver lo sucedido como un aprendizaje de vida que te permita darte cuenta de que todo lo que sucede en tu vida tiene una enseñanza detrás. Por lo tanto es hora de asumir tu responsabilidad y dejar de señalar a alguien como causante de todos tus "males".

Soy consciente de que esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero si te quedas atascado/a o ves que no puedes avanzar por ti misma/o busca la ayuda que mereces de un profesional.

Y si deseas que ese profesional sea yo y que te acompañe en tu proceso de reencontrarte contigo misma/o no dudes en contactar conmigo.



Jesús Sagrario
Psicólogo Experto en
Gestión y Regulación Emocional





• Asume tu responsabilidad

Es sencillo dejarnos guiar por la inconsciencia de ese niñ@ herido que vive dentro de nosotr@s. Buscar responsables de esas heridas a nuestro alrededor. Sentir que la vida nos debe algo por el simple hecho de haber experimentado aquello que experimentamos. O simplemente vivir en un estado de resignación, queja y victimismo que lo único que nos aporta es sufrimiento vacío.

Si este es tu caso, te animo a que comiences a ver lo sucedido como un aprendizaje de vida que te permita darte cuenta de que todo lo que sucede en tu vida tiene una enseñanza detrás. Por lo tanto es hora de asumir tu responsabilidad y dejar de señalar a alguien como causante de todos tus "males".

Soy consciente de que esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero si te quedas atascado/a o ves que no puedes avanzar por ti misma/o busca la ayuda que mereces de un profesional.

Y si deseas que ese profesional sea yo y que te acompañe en tu proceso de reencontrarte contigo misma/o, no dudes en contactar conmigo.



Jesús Sagrario Psicólogo Experto en Gestión y Regulación Emocional




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