Si traducimos esta palabra que seguro has escuchado más de una vez, podrás ver que, tan solo su significado, ya encierra mucha sabiduría “Atención Plena”.
Y quizás te preguntes ¿Qué es eso de la atención plena?
Pues bien, la atención plena es justo eso,
Centrar la atención en el momento presente poniendo todo el foco en cada acción que realizas sin dejarte distraer
por las rutas que, de forma automática, escoge tu mente con el fin de trasladar tu atención a algo que ya ha sucedido o bien algo que todavía está por suceder.
Si traducimos esta palabra que seguro has escuchado más de una vez, podrás ver que, tan solo su significado, ya encierra mucha sabiduría “Atención Plena”.
Y quizás te preguntes ¿Qué es eso de la atención plena? Pues bien, la atención plena es justo eso, centrar la atención en el momento presente poniendo todo el foco en cada acción que realizas sin dejarte distraer por las rutas que, de forma automática, escoge tu mente con el fin de trasladar tu atención a algo que ya ha sucedido o bien algo que todavía está por suceder.
Los motivos de tu ansiedad pueden deberse a múltiples causas como:
Tu trabajo, tus hijos/as, la posibilidad de contraer una enfermedad, tu posible inestabilidad económica en un futuro próximo...
y que ahora los revives una y otra vez en situaciones que tu mente juzga como similares.
a causa de una valoración subjetiva irracional sobre lo dolorosas que crees que pueden llegar a ser o a la creencia de que “no vas a estar a la altura”.
acerca de lo que puede pensar otra persona sobre ti en determinadas circunstancias.
Los motivos de tu ansiedad pueden deberse a múltiples causas como:
Efectivamente, los cuatro motivos aquí citados tienen en común el miedo hacía algo que NO se encuentra en el momento presente.
Todas estas situaciones se enmarcan en una realidad que, o bien ya ha sucedido y
temes que se pueda repetir, o bien todavía no ha pasado pero las suposiciones, creencias y juicios que tu
mente genera de forma constante sobre la posibilidad de “catástrofe”, se repiten una y otra vez en tu mente
como un disco rayado.
El que sientas ansiedad, por desgracia, es algo normal en el siglo XXI. Pero
esto no quiere decir que tengas que relacionarte con ella desde el sufrimiento y la resignación, sino que
puedes aceptarla e ir dando pasos para que disminuya notablemente.
Gracias a toda la sabiduría milenaria con la que contamos hoy en día,
tenemos acceso a que esta situación de vivir y experienciar la realidad a través de un sentimiento ansioso pueda transformarse.
Quizás te preguntes ¿Cómo hago eso?
Pues no te preocupes porque a continuación te voy a mostrar algunos ejercicios prácticos para que puedas ir integrando el Mindfulness en tu vida y con ello ir abandonando el vivir constantemente en la preocupación sobre el pasado y el futuro para comenzar a vivir, de forma plena, en el aquí y el ahora.
La realidad es que siempre vives en el presente, pero pocas veces centras tu atención en él.
Efectivamente, los cuatro motivos aquí citados tienen en común el miedo hacía algo que NO se encuentra en el momento presente.
Todas estas situaciones se enmarcan en una realidad que, o bien ya ha sucedido y
temes que se pueda repetir, o bien todavía no ha pasado pero las suposiciones, creencias y juicios que tu
mente genera de forma constante sobre la posibilidad de “catástrofe”, se repiten una y otra vez en tu mente
como un disco rayado.
El que sientas ansiedad, por desgracia, es algo normal en el siglo XXI. Pero
esto no quiere decir que tengas que relacionarte con ella desde el sufrimiento y la resignación, sino que
puedes aceptarla e ir dando pasos para que disminuya notablemente.
Gracias a toda la sabiduría milenaria con la que contamos hoy en día, tenemos acceso a que esta situación de vivir y experienciar la realidad a través de un sentimiento ansioso pueda transformarse.
Quizás te preguntes ¿Cómo hago eso? .
Pues no te preocupes porque a continuación te voy a mostrar algunos ejercicios prácticos para que puedas ir integrando el Mindfulness en tu vida y con ello ir abandonando el vivir constantemente en la preocupación sobre el pasado y el futuro para comenzar a vivir, de forma plena, en el aquí y el ahora. La realidad es que siempre vives en el presente, pero pocas veces centras tu atención en él.
Durante esta práctica, permítete parar y observar que es lo que está sucediendo
dentro de ti, en tu mente y sus pensamientos, en tu cuerpo y sus emociones, en tu respiración y sus ritmos.
Puedes decidir acordarte por tu cuenta o bien poner una alarma 3 veces al día y cuando suene di
interiormente STOP.
Durante esta práctica, permítete parar y observar que es lo que está sucediendo
dentro de ti, en tu mente y sus pensamientos, en tu cuerpo y sus emociones, en tu respiración y sus ritmos.
Puedes decidir acordarte por tu cuenta o bien poner una alarma 3 veces al día y cuando suene di
interiormente STOP.
Si te colocas en el “modo observador”, podrás dejar de identificarte con los pensamientos y emociones que surgen una y otra vez en tu mente y cuerpo y de esta forma ir descubriendo que el sufrimiento que hasta ahora te provocaban, se va diluyendo.
Practica “el dar un paso atrás”.
Puedes hacerlo interiormente, antes de abordar determinadas cuestiones.
También puedes programar una alarma en el móvil 3 veces al día y cuando suena dar ese paso atrás interior
que te devuelve al estado de presencia. Si puedes hacerlo físicamente
MEJOR.
Observa la mente y sé Consciente de ella. No trates de eliminar esos pensamientos,
emociones, sensaciones físicas. Simplemente obsérvalos.
EJEMPLOS:
Cuando tengas una sensación de miedo, identifícala lo antes posible:
“Está surgiendo en mí una emoción de miedo”.
Si continúa, sigue reconociéndola:
“Aún está la emoción de miedo”.
Si en tu mente surge un pensamiento como:
“Es tarde, pero el perro de al lado está ladrando sin parar”,
Observa el pensamiento. Si continúa, sigue observándolo…No te dejes influenciar por la moral interna que te marca lo que debería o no debería suceder, generando así en ti una batalla interna.
Es suficiente con observar el pensamiento que acabas de tener.
Si te colocas en el “modo observador”, podrás dejar de identificarte con los pensamientos y
emociones que surgen una y otra vez en tu mente y cuerpo y de esta forma ir descubriendo que el sufrimiento que hasta
ahora te provocaban, se va diluyendo.
Practica “el dar un paso atrás”. Puedes hacerlo interiormente, antes de abordar determinadas cuestiones.
También puedes programar una alarma en el móvil 3 veces al día y cuando suena dar ese paso atrás interior
que te devuelve al estado de presencia. Si puedes hacerlo físicamente MEJOR.
Observa la mente y sé Consciente de ella. No trates de eliminar esos pensamientos,
emociones, sensaciones físicas. Simplemente obsérvalos.
EJEMPLOS:
Cuando tengas una sensación de miedo, identifícala lo antes posible:
“Está surgiendo en mí una emoción de miedo”.
Si continúa, sigue reconociéndola:
“Aún está la emoción de miedo”.
Si en tu mente surge un pensamiento como:
“Es tarde, pero el perro de al lado está ladrando sin parar”,
Observa el pensamiento. Si continúa, sigue observándolo…No te dejes influenciar por la moral interna que te marca lo que debería o no debería suceder, generando así en ti una batalla interna.
Es suficiente con observar el pensamiento que acabas de tener.
En tu vida pueden acontecer situaciones que no ocurren como te hubiese gustado y/o esperado: un retraso del tren que nos hace llegar tarde al trabajo, un incidente doméstico, una situación imprevista, un conflicto con tu pareja… En estos casos nuestra respuesta automática suele ser de queja, al menos interiormente.
La queja no contribuye a solucionar la situación ni a hacernos sentir mejor debido a que la queja es TÓXICA y no aporta luz ni salida.
Al quejarte te estás colocando en una posición de negatividad, perdiendo así la capacidad de reconocer que
los hechos son neutros y que es la interpretación que hacemos de estos de estos lo que les da una connotación
positiva o negativa.
Cuando te observes en una situación que no es de tu agrado o que no sucede como te hubiese gustado y/o esperado,
en vez de quejarte pregúntate:
¿Fracaso o Lección? ¿Obstáculo o Reto? ¿Frustración o Aprendizaje? ¿Qué cambios de guion me trae la vida?
En tu vida pueden acontecer situaciones que no ocurren como te hubiese gustado y/o esperado: un retraso del tren que nos hace llegar tarde al trabajo, un incidente doméstico, una situación imprevista, un conflicto con tu pareja… En estos casos nuestra respuesta automática suele ser de queja, al menos interiormente.
La queja no contribuye a solucionar la situación ni a hacernos sentir mejor debido a que la queja es TÓXICA y no aporta luz ni salida.
Al quejarte te estás colocando en una posición de negatividad, perdiendo así la capacidad de reconocer que
los hechos son neutros y que es la interpretación que hacemos de estos de estos lo que les da una connotación
positiva o negativa.
Cuando te observes en una situación que no es de tu agrado o que no sucede como te hubiese gustado y/o esperado,
en vez de quejarte pregúntate:
¿fracaso o lección? ¿Obstáculo o reto? ¿Frustración o aprendizaje? ¿Qué cambios de guion me trae la vida?
Nuestros hábitos de aversión y resistencia son profundos, están muy arraigados y a menudo son inconscientes: “Puedes encontrarte batallando contra algo y resistiéndote sin saber ni siquiera como surgió aquello!
Junto a la decisión consciente, el simple hecho de decir “SI Y LO ACEPTO” puede liberarte de los hábitos internos
que se resisten a determinados acontecimientos que suceden en tu vida, y ayudarte a ser uno con el momento presente.
Durante esta semana cuando percibas como surge dolor o resistencia ante algo, nómbralo y responde con un amistoso ¡SI Y LO ACEPTO! Como lo harías con un amigo. Ejemplo:
“Miedo ante mi economía, ¡¡¡SI Y LO ACEPTO!!!,” “El tren llega con retraso, ¡¡¡SI Y LO ACEPTO!!!”
La práctica del SI Y LO ACEPTO es una manera de activar el estar presente con aceptación.
No significa que te “Resignes” a la situación. No es en absoluto una postura de pasividad,
sino de Consciencia.
Soy consciente de que esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero si te
quedas atascado/a o ves que no puedes avanzar por ti misma/o busca la ayuda que mereces de un profesional.
Y si deseas que ese profesional sea yo y que te acompañe en tu proceso de reencontrarte contigo misma/o no dudes en contactar conmigo.
Jesús Sagrario
Psicólogo Experto en
Procesos de Ansiedad
Nuestros hábitos de aversión y resistencia son profundos, están muy arraigados y a menudo son inconscientes: “Puedes encontrarte batallando contra algo y resistiéndote sin saber ni siquiera como surgió aquello!
Junto a la decisión consciente, el simple hecho de decir “SI Y LO ACEPTO” puede liberarte de los hábitos internos que se resisten a determinados acontecimientos que suceden en tu vida, y ayudarte a ser uno con el momento presente.
Durante esta semana cuando percibas como surge dolor o resistencia ante algo, nómbralo y responde con un amistoso ¡SI Y LO ACEPTO! Como lo harías con un amigo. Ejemplo:
“Miedo ante mi economía, ¡¡¡SI Y LO ACEPTO!!!,” “El tren llega con retraso, ¡¡¡SI Y LO ACEPTO!!!”
La práctica del SI Y LO ACEPTO es una manera de activar el estar presente con aceptación. No significa que te “Resignes” a la situación. No es en absoluto una postura de pasividad, sino de Consciencia.
Soy consciente de que esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero si te quedas atascado/a o ves que no puedes avanzar por ti misma/o busca la ayuda que mereces de un profesional.
Y si deseas que ese profesional sea yo y que te acompañe en tu proceso de reencontrarte contigo misma/o, no dudes en contactar conmigo.
Jesús Sagrario Psicólogo Experto en Procesos de Ansiedad