Si estás leyendo estas líneas es porque, probablemente, sientes rabia, rechazo o ira hacía tu pareja y esto te está ocasionando un conflicto constante en tu relación generándote un sufrimiento mental. Si a lo largo del día te hace preguntas del tipo ¿Por qué me siento así hacia la persona que quiero? ¿Por qué salto a la primera de cambio? ¿Qué nos ha pasado?...
Te invito a que sigas leyendo para descubrir los posibles motivos detrás de estos sentimientos hacia tu pareja
y, si te quedas hasta el final, compartiré contigo unas cuantas claves para mejorar la comunicación y gestionar las emociones que surgen a raíz del conflicto.
Si estás leyendo estas líneas es porque, probablemente, sientes rabia, rechazo o ira hacía tu pareja y esto te está ocasionando un conflicto constante en tu relación generándote un sufrimiento mental. Si a lo largo del día te hace preguntas del tipo ¿Por qué me siento así hacia la persona que quiero? ¿Por qué salto a la primera de cambio? ¿Qué nos ha pasado?...
Te invito a que sigas leyendo para descubrir los posibles motivos detrás de estos sentimientos hacia tu pareja y, si te quedas hasta el final, compartiré contigo unas cuantas claves para mejorar la comunicación y gestionar las emociones que surgen a raíz del conflicto.
La respuesta a esta pregunta tiene muchas posibilidades, entre las que nos encontramos con las siguientes:
Todos estos motivos, son solo/a algunas de las principales vías por las que sientes esa rabia y/o rechazo hacía tu pareja y lo que no te permite poder vivir de forma plena disfrutando del amor que os tenéis. Y aunque existen más posibilidades, me parece importante clarificar estos cinco puntos.
Este motivo me parece el más relevante con referencia a poder expresar lo que sientes de forma asertiva, sintiendo que tu pareja te escucha y que, a su vez, tu también lo haces.
¿Cuántas veces has intentado comunicarle a tu pareja como te hacía sentir y has acabado elevando el tono de voz, culpabilizando, sintiéndote incomprendido/a…)
Pues bien, esto suele suceder porque, de alguna forma, tienes una idea en la cabeza de lo que te gustaría expresar acerca de lo que sientes, pero cuando llega el momento de hacerlo, no te sientes comprendido/a y, de forma inconsciente, te proteges culpabilizando y atacando a tu pareja para luego, una vez desaparece esa rabia, sentirte triste y preguntarte ¿Cómo he podido comportarme así?
Para poder expresar lo que llevas dentro y que la otra persona te escuche, es necesario que lo hagas de forma que puedas gestionar esa rabia que late dentro de ti y que muchas veces te juega una “mala pasada”.
También es vital que, previamente, repases en tu mente los puntos que te gustaría expresar y de esa forma cuando lo hagas puedas hacerlo de manera clara y asertiva.
Este segundo punto, es algo con lo que probablemente no estés tan familiarizado debido a que no se habla de ello con tanta facilidad. El que tu puedas estar proyectando parte de tu personalidad en el otro y de esa forma se te devuelva una imagen que rechazas, está relacionado con tu sombra interna.
El término “sombra interna” hace referencia a las partes de tu personalidad que, cuando eras pequeño/a tuviste que “esconder” o “reprimir” debido a que tu entorno te juzgó y criticó por ello.
De esta forma, cuando ya eres un adulto/a, esta sombra sigue viviendo contigo en tu inconsciente y, sin que te des cuenta, está afectándote en tu comportamiento y la estás viendo reflejada en tu pareja.
Una posible solución a esta dinámica de proyección radica en descubrir esa sombra interior y aprender a integrarla
de forma que deje de ser proyectada en tu pareja y por tanto poner fin a ese rechazo y esa rabia que de ello se genera.
Este es uno de los motivos que más conflictos genera dentro de la pareja y, por lo tanto, puede que también lo sea en tu caso. Debido a las inseguridades y a la falta de autoestima, es posible que o bien tengas celos o bien tu pareja sea celosa.
En cualquiera de los dos casos, los celos pueden llegar a generar rechazo y rabia hacía tu pareja y convertirse en una verdadera “pesadilla”
en la que la desconfianza, el sufrimiento, las discusiones y la ansiedad tomen el papel protagonista en vuestra relación dificultando así la comunicación, la confianza y el compromiso que, quizás, existieron en los inicios de esta.
Se precisa por tanto de un trabajo interior con respecto a la autoestima y a la confianza en ti mismo/a para poder reconducir la relación a buen puerto.
Esto es algo que seguro que has escuchado/leído más de una vez en tu vida. Acepta a tu pareja tal y cómo es. La realidad es que esta frase que tan arraigada está en nuestra sociedad, no es tan sencilla de cumplir.
Debido a esa proyección de tu sombra que realizas sobre tu pareja de manera inconsciente, es probable que haya muchas cosas que no aceptes de él/ella.
Es fundamental que seas Consciente de que todo aquello que no aceptas sobre tu pareja, es algo que no estás aceptando en ti mismo/a.
Con esto quiero decir que es importante que comiences a integrar y trabajar sobre tus propias sombras para poder aceptarlas y amarlas y así poder aceptar y amar a tu pareja tal y cómo es.
¿Por qué sino habrías elegido a esa persona que te acompaña en tu vida?
Fíjate si lo que más te atraía o gustaba de tu compañero/a de vida cuando te enamoraste, es aquello que ahora más te irrita o te produce rechazo.
Con esto no me refiero a que tengas que convertirte en el negociador de la Policía de Los Ángeles. Pero si que veo muy necesario el desarrollar unas buenas estrategias de negociación que os permitan obtener lo que ambos/as queréis sin tener que entrar en un conflicto tras otro que vaya desgastando la convivencia y/o la relación.
A veces es necesario aprender a ceder, escuchar y llegar a un punto medio en donde los dos os encontréis a gusto y tranquilos con la decisión tomada.
Y como lo prometido es deuda, aquí te dejo unas cuantas claves que te ayuden a dejar de sentir esa rabia y/o rechazo hacia tu pareja.
La respuesta a esta pregunta tiene muchas posibilidades, entre las que nos encontramos con las siguientes:
Todos estos motivos, son solo/a algunas de las principales vías por las que sientes esa rabia y/o rechazo hacía tu pareja y lo que no te permite poder vivir de forma plena disfrutando del amor que os tenéis. Y aunque existen más posibilidades, me parece importante clarificar estos cinco puntos.
Este motivo me parece el más relevante con referencia a poder expresar lo que sientes de forma asertiva, sintiendo que tu pareja te escucha y que, a su vez, tu también lo haces.
¿Cuántas veces has intentado comunicarle a tu pareja como te hacía sentir y has acabado elevando el tono de voz, culpabilizando, sintiéndote incomprendido/a…)
Pues bien, esto suele suceder porque, de alguna forma, tienes una idea en la cabeza de lo que te gustaría expresar acerca de lo que sientes, pero cuando llega el momento de hacerlo, no te sientes comprendido/a y, de forma inconsciente, te proteges culpabilizando y atacando a tu pareja para luego, una vez desaparece esa rabia, sentirte triste y preguntarte ¿Cómo he podido comportarme así?
Para poder expresar lo que llevas dentro y que la otra persona te escuche, es necesario que lo hagas de forma que puedas gestionar esa rabia que late dentro de ti y que muchas veces te juega una “mala pasada”.
También es vital que, previamente, repases en tu mente los puntos que te gustaría expresar y de esa forma cuando lo hagas puedas hacerlo de manera clara y asertiva.
Este segundo punto, es algo con lo que probablemente no estés tan familiarizado debido a que no se habla de ello con tanta facilidad. El que tu puedas estar proyectando parte de tu personalidad en el otro y de esa forma se te devuelva una imagen que rechazas, está relacionado con tu sombra interna.
El término “sombra interna” hace referencia a las partes de tu personalidad que, cuando eras pequeño/a tuviste que “esconder” o “reprimir” debido a que tu entorno te juzgó y criticó por ello.
De esta forma, cuando ya eres un adulto/a, esta sombra sigue viviendo contigo en tu inconsciente y, sin que te des cuenta, está afectándote en tu comportamiento y la estás viendo reflejada en tu pareja.
Una posible solución a esta dinámica de proyección radica en descubrir esa sombra interior y aprender a integrarla de forma que deje de ser proyectada en tu pareja y por tanto poner fin a ese rechazo y esa rabia que de ello se genera.
Este es uno de los motivos que más conflictos genera dentro de la pareja y, por lo tanto, puede que también lo sea en tu caso. Debido a las inseguridades y a la falta de autoestima, es posible que o bien tengas celos o bien tu pareja sea celosa.
En cualquiera de los dos casos, los celos pueden llegar a generar rechazo y rabia hacía tu pareja y convertirse en una verdadera “pesadilla” en la que la desconfianza, el sufrimiento, las discusiones y la ansiedad tomen el papel protagonista en vuestra relación dificultando así la comunicación, la confianza y el compromiso que, quizás, existieron en los inicios de esta.
Se precisa por tanto de un trabajo interior con respecto a la autoestima y a la confianza en ti mismo/a para poder reconducir la relación a buen puerto.
Esto es algo que seguro que has escuchado/leído más de una vez en tu vida. Acepta a tu pareja tal y cómo es. La realidad es que esta frase que tan arraigada está en nuestra sociedad, no es tan sencilla de cumplir.
Debido a esa proyección de tu sombra que realizas sobre tu pareja de manera inconsciente, es probable que haya muchas cosas que no aceptes de él/ella. Es fundamental que seas Consciente de que todo aquello que no aceptas sobre tu pareja, es algo que no estás aceptando en ti mismo/a.
Con esto quiero decir que es importante que comiences a integrar y trabajar sobre tus propias sombras para poder aceptarlas y amarlas y así poder aceptar y amar a tu pareja tal y cómo es. ¿Por qué sino habrías elegido a esa persona que te acompaña en tu vida? Fíjate si lo que más te atraía o gustaba de tu compañero/a de vida cuando te enamoraste, es aquello que ahora más te irrita o te produce rechazo.
Con esto no me refiero a que tengas que convertirte en el negociador de la Policía de Los Ángeles. Pero si que veo muy necesario el desarrollar unas buenas estrategias de negociación que os permitan obtener lo que ambos/as queréis sin tener que entrar en un conflicto tras otro que vaya desgastando la convivencia y/o la relación.
A veces es necesario aprender a ceder, escuchar y llegar a un punto medio en donde los dos os encontréis a gusto y tranquilos con la decisión tomada.
Y como lo prometido es deuda, aquí te dejo unas cuantas claves que te ayuden a dejar de sentir esa rabia y/o rechazo hacia tu pareja.
Es importante que aprendas a gestionar tus emociones y, en concreto la rabia,
ya que de esta forma conseguirás comunicar lo que quieres y/o necesitas sin dejarte llevar por esa ira interior
que aparece de repente.
Lo primero y más importante a la hora de gestionar tu rabia es poder localizarla en tu cuerpo.
Para ello te animo a que busques algún lugar tranquilo, cierres los ojos, te imagines una situación que te
ha producido una rabia intensa en el pasado
Escanea ahora tu cuerpo con el fin de encontrar la sensación física que en él se produce al rememorar dicha situación.
vez la tengas localizada, identifícala con el nombre de rabia/ira. Una vez realizado esto, simplemente di interiormente que la aceptas para acto seguido observar como se va transformando esa sensación física sin rechazarla y sin identificarte con ella (si la puedes observar significa que forma parte de ti pero que no eres tú).
De esta forma y a través de la práctica, vas a conseguir que, la próxima vez que esa rabia regrese en una situación de posible conflicto, tu sepas localizarla, observarla y aceptarla
no dejándote así arrastrar por la reacción automática que se pueda generar sino respondiendo a la situación con Consciencia.
Es importante que aprendas a gestionar tus emociones y, en concreto la rabia, ya que de esta forma conseguirás comunicar lo que quieres y/o necesitas sin dejarte llevar por esa ira interior que aparece de repente. Lo primero y más importante a la hora de gestionar tu rabia es poder localizarla en tu cuerpo.
Para ello te animo a que busques algún lugar tranquilo, cierres los ojos, te imagines una situación que te ha producido una rabia intensa en el pasado y escanees tu cuerpo con el fin de encontrar la sensación física que en él se produce al rememorar dicha situación.
vez la tengas localizada, identifícala con el nombre de rabia/ira. Una vez realizado esto, simplemente di interiormente que la aceptas para acto seguido observar como se va transformando esa sensación física sin rechazarla y sin identificarte con ella (si la puedes observar significa que forma parte de ti pero que no eres tú).
De esta forma y a través de la práctica, vas a conseguir que, la próxima vez que esa rabia regrese en una situación de posible conflicto, tu sepas localizarla, observarla y aceptarla no dejándote así arrastrar por la reacción automática que se pueda generar sino respondiendo a la situación con Consciencia.
Esto consiste en aceptar la interacción conflictiva en lugar de evitarla. Date cuenta de cómo se siente tu pareja y ponte en su lugar de forma empática. Puedes pedirle que te explique para así poder entenderle/a mejor: “Me gustaría entender mejor tu punto de vista; Cuéntame, en tu opinión…”
Es esencial que puedas descubrir un punto en el que podáis estar de acuerdo para comenzar a moveros en esa dirección. Con escucha atenta, sin fingir: “A mí también me preocupa la situación; Yo me sentiría triste/enfadado si me trataran así; No había pensado en eso que dices…”
Es ahora el momento de moverse en la dirección positiva. Ya no jugáis en equipos diferentes: “Qué crees que podríamos hacer para resolver esto?; ¿Cómo podríamos mejorar la situación?”
Como último paso es preciso que exploréis las posibles soluciones permanentes o provisionales.
Soy consciente de que esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero si te quedas atascado/a o ves que no puedes avanzar por ti mismo/a busca la ayuda que mereces de un profesional.
Y si deseas que ese profesional sea yo y que te acompañe en tu proceso de reencontrarte contigo misma/o no dudes en contactar conmigo.
Jesús Sagrario-Psicólogo Transpersonal
Esto consiste en aceptar la interacción conflictiva en lugar de evitarla. Date cuenta de cómo se siente tu pareja y ponte en su lugar de forma empática. Puedes pedirle que te explique para así poder entenderle/a mejor: “Me gustaría entender mejor tu punto de vista; Cuéntame, en tu opinión…”
Es esencial que puedas descubrir un punto en el que podáis estar de acuerdo para comenzar a moveros en esa dirección. Con escucha atenta, sin fingir: “A mí también me preocupa la situación; Yo me sentiría triste/enfadado si me trataran así; No había pensado en eso que dices…”
Es ahora el momento de moverse en la dirección positiva. Ya no jugáis en equipos diferentes: “Qué crees que podríamos hacer para resolver esto?; ¿Cómo podríamos mejorar la situación?”
Como último paso es preciso que exploréis las posibles soluciones permanentes o provisionales.
Soy consciente de que esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero si te quedas atascado/a o ves que no puedes avanzar por ti mismo/a busca la ayuda que mereces de un profesional.
Y si deseas que ese profesional sea yo y que te acompañe en tu proceso de reencontrarte contigo misma/o, no dudes en contactar conmigo.
Jesús Sagrario-Psicólogo Transpersonal