Al igual que tú, yo también he pasado por momentos en los cuales todo parecía ir sobre ruedas con mi pareja o en mi vida personal. Pero la realidad es que seguía existiendo cierta ansiedad e inseguridad que nublaba mi día a día. Y que, por supuesto, afectaba a mi relación así como también a mi trabajo y bienestar general. Por todo ello decidí pedir ayuda y recibir acompañamiento terapéutico con el fin de desarrollar estrategias que me ayudasen a disminuir mi ansiedad, descubrir que había detrás de ella y de mis discusiones de pareja y finalmente, no sin esfuerzo y toma de responsabilidad, conseguir sanar. Por todo ello, entiendo por lo que estás pasando y, si tu quieres, puedo acompañarte en tu proceso de sanación al igual que en su momento hicieron conmigo. Porque pedir ayuda no es de personas débiles, sino todo lo contrario.